Después de asistir a una boda tradicional china, debo decir que no tiene absolutamente nada que ver con las occidentales (bueno si que es cierto que se intercambian las alianzas)!
Antes que nada, debo decir que las bodas, como todo también se han occidentalizado aquí en China, pero básicamente las de las personas más adineradas, por suerte yo pude asistir a una cuyas familias tienen procedencia humilde, y por lo tanto pude ver algo totalmente tradicional.
La ceremonia y celebración son en casa de los padres del novio, actualmente algunas familias adineradas las celebran en restaurantes, pero salvo excepciones, la cosa funciona así. La hora de celebración es algo bastante peculiar, puesto que la preparación debe ser al amanecer y la boda un par de horas después de este momento, así que en este caso a las 7.30 de la mañana se dio inicio a la ceremonia. Todos los participantes, al igual que los novios deben estar en ayunas, ya que lo que se intenta es que el cuerpo sea puro, así como el momento del día.
Al iniciar la boda hay fuegos artificiales como señal del principio. Debo decir que hasta este momento yo nunca había visto fuegos artificiales, lo que nos venden en occidente en comparación a lo que vi no es más que un absurdo entretenimiento para niños. Fue algo que me dejó impresionada, no hay palabras para describir ese momento. Unas figuras preciosas de millones de colores, unos estruendos que hacían temblar el suelo, un olor maravilloso a pólvora… fue espectacular. Aconsejo a todo aquel que venga de viaje a oriente que intente presenciar un evento con fuegos artificiales porque es una experiencia única.
Los novios abren la ceremonia apareciendo juntos y paseando por un pasillo de flores hasta un tipo de “escenario” donde están sentados a un lado los padres de ambos y de pie una persona importante para cada uno. Como no es normal que la gente tenga hermanos (por la restricción de natalidad a un solo hijo), es persona suele ser un amigo. En el escenario también hay una persona que oficia la ceremonia, alguien que representa un vínculo entre los novios, puede ser un amigo en común, la persona que los presentó…
Lo primero que hacen los novios es presentar los motivos por los cuales se quieren casar con la otra persona, a continuación el “presentador” les hace entrega de los certificados de matrimonio (que anteriormente han tramitado con el gobierno chino). Después de este momento, se intercambian las alianzas, que tradicionalmente deben ser de oro (pero como muchas tradiciones solamente en ocasiones lo son), en el justo momento de terminar con el intercambio los novios se hacen una reverencia entre ellos y se les hace entrega de una copa de té a cada uno. Deben beber de la copa del otro mientras se dan un abrazo (algo que puede resultar incluso divertido si hay mucha diferencia de altura)!
Terminado esto, es el momento de que la novia ofrezca té a sus nuevos suegros y el novio a los suyos seguido de una reverencia como señal de respeto por formar parte de su nueva familia.
Finalmente, el novio debe coger a la novia y llevársela. Deben pasar 30 minutos en la misma habitación y cuando salen la novia ya no va vestida de blanco, debe llevar un vestido rojo, simbolizando que ahora ya no es novia, sino esposa.
Acto seguido los recién casados reciben ofrendas de dinero por parte de los invitados.
Para concluir, se celebra con un enorme banquete y antes de empezar a comer todos los invitados deber beber tres chupitos de un fuerte licor chino: uno por la salud, uno por el amor y otro por la fortuna de los nuevos esposos.
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