Ahora que ya estoy teniendo mis primeras reuniones y estoy presenciando como cierran los tratos los orientales, me reafirmo en mi pensamiento de su desconfianza.
Hay una condición fundamental que emplean los orientales para cerrar un negocio, que seas "conocido de", para ellos, si estas vinculado con alguien en quien confíen la mitad del trabajo está hecho. Por este motivo, el trabajar al lado de una mujer tan influyente como mi jefa me facilita mucho las cosas cuando tengo que concertar alguna cita o reunión con alguien, diciendo su nombre todo es muchísimo más sencillo, y en seguida me prestan todo tipo de atenciones.
Una vez tienen el contacto de confianza, lo que buscan es obviamente que les vendas lo que les ofreces, y quieren verlo de un modo muy familiar. Me explico, les encanta las invitaciones de día completo para observar las relaciones laborales, entre empleados, entre superiores y empleados... son muy observadores con estos temas, y les dan más importancia al trato que a veces al mismo producto/servicio que les intentas vender.
Para ellos es realmente importante la primera impresión, ya que si no es buena, en seguida se arrepienten de asistir y se pueden marchar en cualquier momento y no volver (por suerte todavía no me ha sucedido).
Otra cosa totalmente imprescindible es la comida, es ahí donde se toma la decisión final, si durante la comida (o al finalizar) no ha habido una respuesta positiva, quiere decir que el trato no se cierra ese día, pero por lo general durante la comida se acaban de decidir los pequeños detalles y se acepta el acuerdo.
En general debo decir que son muy sistemáticos, y que para ellos es muy importante que los demás sigan sus directrices. Algo que me ha extrañado, ya que pensaba que en estos temas el trato seria muy informal y relajado. Una vez más la cultura oriental no deja de sorprenderme... próximamente más tradiciones, ya que hoy me han invitado a una boda para este fin de semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario