20 de febrero de 2012

798



Este fin de semana he tenido la oportunidad de conocer un poco más de la cultura china.
He visitado el "798", un distrito artístico (suele ser llamado el Soho de Beijing). 

El lugar no es más que una antigua zona industrial convertido en decenas de galerías de arte y encantadores saloncitos de té. Toda esta zona fue pionera durante el inicio del comunismo y las revueltas en China, de ahí que sea tan especial.
Por las calles de la zona, se pueden contemplar todo tipo de pinturas y esculturas, algunas de ellas puramente reivindicativas y comunistas, otras de ellas simplemente asociadas a la evolución de la sociedad mundial.

Cada galería parece ser un mundo diferente a la anterior. Lo cierto es que se ausenta la pintura tradicional para dar paso a fotografías que muestran una realidad un poco más tangible, imágenes que reflejan la historia actual del país.
En algunas galerías los temas son puramente militares, anteriormente ya he comentado la gran importancia que se le da a la autoridad, por lo que en algunos casos se pueden admirar enormes cuadros con representaciones del poder del ejercito.
El destape es otro de los temas más expuestos, la forma en la que esta sociedad tan puritana y cautelosa esta dando paso a una generación más moderna, sin miedo a mostrar sus pensamientos y su cuerpo es algo que hoy en día todavía es noticia aquí.
Otro de los temas más destacados es la división de la sociedad actual en los adinerados y los menos afortunados (que les llaman aquí). Básicamente quieren reflejar el gran abismo y contraste entre dos mundos y la inexistencia de una clase media.

Lo cierto es que el 798 es algo totalmente recomendable para visitar si uno quiere conocer la actualidad de la sociedad y comprender sus inquietudes y su forma de actuar (uno de los motivos que me trajo a China).

6 de febrero de 2012

El inicio del Año Nuevo (El festival de Primavera) II



La segunda semana de año nuevo no es tan intensa como la primera. Los constantes fuegos artificiales se convierten en ocasionales y sus estruendos son más suaves, o al menos esa es mi sensación, quizás estoy tan acostumbrada que me parecen menos estrepitosos.

Durante estos días, la mayor parte de la población que se había marchado a sus ciudades natales, regresa a la capital y en los parques se reúnen y celebran impresionantes festivales de colores y música.
Como creo haber mencionado en alguna publicacion anterior, el concepto de parque en la cultura oriental es muy diferente. Estos espacios aqui son increiblemente extensos, llenos de vegetación y lagos, unos auténticos oasis en el centro de la cuidad que sirve a familias enteras para pasar el dia y preparar picnics. Durante la segunda semana del año nuevo, los parques se convierten en los lugares más concurridos de las ciudades.
Es el momento (según mi opinión) donde la cultura oriental se muestra más auténtica y tradicional que nunca.
Se montan muchos escenarios en diversos puntos del parque y grupos musicales, bailarinas exóticas y personas disfrazadas de animales animan a todo aquel que pase a su alrededor.
Millones de faroles de diferentes colores adornan cada rincón y vendedores de flores se amontonan en las entradas para ofrecerlas en señal de buena suerte.

En las casas, los famosos "dumplings" de año nuevo se sustituyen por unas bolas de arroz rellenas de una especie de mermelada, para mi gusto una comida demasiado pesada, pero tenia que probarla, no me podía quedar con la curiosidad!

Ha sido toda una maravilla poder disfrutar de estos días del auténtico año nuevo chino, una experiencia que no voy a poder olvidar nunca y que si puedo me encantaría repetir.
A cualquier persona le aconsejo que si quiere conocer este país, venga durante esta época del año!

25 de enero de 2012

El inicio del Año Nuevo (El festival de Primavera)


El pasado domingo 22 de Enero despedimos el año 2011 y se dio inicio al año nuevo ( o como lo llaman aquí también, el festival de primavera).
Este año estaremos bajo la influencia del Dragón, por lo que se dice que es un año ideal para emprender nuevos proyectos y arriesgar. 
A los que no estén enterados, el "horóscopo chino", se basa en 12 animales, asociados a constelaciones, cada una de ellas rige durante todo un año y el ciclo se va repitiendo cada 12 años.

Las celebraciones del año nuevo lunar duran 2 semanas, en las que se suelen hacer diferentes actividades.

En mis primeros días aquí, he podido disfrutar de la maravillosa cena para despedir el año, destacada por los "chaosé" (damplings en inglés) unos tipos de raviolis rellenos de verduras con huevo o carne con setas que es costumbre prepararlos durante la tarde con toda la familia y amigos, para luego compartirlos durante la cena con muchos otros platos variados!

El principal espectáculo que domina los días iniciales son los fuegos artificiales, que no paran durante todo el día y que se intensifican hasta un nivel impresionante durante la noche de fin de año. La verdad es que es un espectáculo inolvidable, pero debo decir que es bastante molesto pasar estos días con ese ruido constante que para nada tiene que ver con los fuegos artificiales a los que estamos acostumbrados en occidente. El estruendo resuena durante unos segundos y es tan fuerte que no se puede ni describir. Eso si, el espectáculo de colores y formas que se dibujan en el cielo, hacen que el ruido sea más soportable.

Durante los primeros días del nuevo año, la gente se reúne con los amigos asistir a espectáculos de danza y música. También se reúnen para  cantar y pedir suerte para el año nuevo.

Lo más tradicional del día de año nuevo es el famoso sobre rojo. Un sobre en el que hay escrito con letras doradas un deseo (habitualmente suele ser felicidad, salud...) en el que se pone dinero y que se intercambian los amigos y familiares, como señal de unos sinceros buenos deseos.

Por el momento esto es todo lo que estoy viviendo en mis primeros 4 días de celebraciones. Esperemos ver que más me deparan las celebraciones del festival de primavera!

18 de enero de 2012

El orgulloso ejercito chino


En la vida había vivido tanto patriotismo y tanta protección hacia al gobierno.
Y es que el ejercito en China es una herramienta realmente vital, tanto que la mayor parte del dinero se destina a su desarrollo. En muchas calles de Beijing se pueden ver soldados, que nada tienen que ver con la policía o los guardias. Estos soldados únicamente obedecen ordenes directas de sus superiores o de miembros del gobierno.
No se les puede hablar, no se les puede contradecir y sobretodo no se les debe mirar a los ojos. 
Todo esto ya me lo habían explicado mis nuevos amigos orientales, pero hasta hoy no me había visto involucrada en una situación con ningún soldado.

Esta mañana, varios miembros de la compañía donde trabajo y yo nos hemos dirigido hacia unas instalaciones del ejercito, donde grandes personalidades del gobierno chino suele reunirse. Dichas instalaciones eran varios edificios de oficinas, un magnifico hotel (donde se hospedan únicamente personas relacionadas con el ejercito o el gobierno) y un teatro.
La mayor parte de nosotros íbamos en un mini bus, mientras que algunos directivos iban en coche. Al entrar no ha habido problema, ya que el conductor ha identificado nuestra compañía, pero a la hora de regresar el bus ya había salido, así que me he dispuesto a volver en coche, cosa que hace a una persona mucho mas visible.
Cuando estábamos en la puerta, los soldados me han hecho bajar del coche para interrogarme y pedirme permisos de residencia y visados. En el momento en el que les he dicho que no disponía de toda la documentación, me han acusado de ser una espía y me han retenido durante algo más de una hora.
A pesar de que los directivos de mi compañía intentaban explicarles que trabajaba con ellos, los soldados omitían sus palabras, afortunadamente para mi, la directora era íntima amiga del general al cargo de esos soldados, y después de unas llamadas y un poco de espera he conseguido salir airosa de esta situación.

Una muestra más de la desconfianza oriental hacia los extranjeros, sobretodo en temas gubernamentales!


27 de diciembre de 2011

Navidades



Lo cierto es que las navidades como tales no existen en China. Aquí no se celebran estas fiestas  porque consideran una ofensa sin ser cristianos celebrar una fiesta puramente religiosa en la que se conmemora el nacimiento del líder de los católicos. Y en la que se supone que toda persona que celebre la navidad debe asistir a la gran misa del gallo en la noche del 24 de Diciembre. (básicamente porque las iglesias en China brillan por su ausencia)!

Si que también es cierto que en los grandes centros comerciales, se puede ver el resultado de la globalización y del consumismo y te puedes encontrar algún que otro árbol navideño o algunos elementos típicos de la sociedad estandarizada de occidente como el personaje de Santa Claus. A pesar de ello no es una fiesta popular entre los orientales y no se reúnen para celebrarla.

Las festividades que consideran importantes en China son únicamente aquellas que representan de algún  modo su identidad como nación o religión. No les gusta "adoptar" tradiciones que no son significativas para ellos. La fiesta más importante para cualquier persona en China es el festival de primavera (o más conocido en occidente como el año nuevo chino).
Y es que aquí, el año nuevo varía en la fecha porque utilizan el calendario lunar, los meses los cuentan como "lunas" y cuando terminan 12 ciclos lunares (nueva, creciente, llena, menguante) se celebra el año nuevo. Cada año la tierra tiene una posición diferente y esta posición se repetirá al cabo de 12 años, de ahí la relación con el horóscopo y su cambio con el nuevo año. 
Las celebraciones del festival de primavera duran una semana, en la que toda China se viste de fiesta, pirotecnia y música. Personalmente me considero una afortunada de poder ver y vivir esta entrada al año nuevo que en esta ocasión se iniciará el 22 de Enero con la entrada del año del Dragón.

Está más que claro que la mentalidad china para las celebraciones en general brilla por su honestidad y pureza, aunque hoy en día cada vez más se puedan ver pinceladas de la intromisión de la globalización, que a pesar de sus ventajas, también destruye tradiciones y costumbres.

15 de diciembre de 2011

Gente!




Que China es un país extremadamente poblado es algo que sabe mucha gente, pero al estar aquí sientes realmente que solamente hay una palabra para describirlo todo… masificación.

Vayas a donde vayas hay gente, no importa el día, la hora… incluso en los sitios más turísticos, cuesta distinguir a los extranjeros, porque incluso allí hay centenares de nativos. Es impresionante la sensación. Para mí es algo peculiar, porque en muchas ocasiones tienes ese sentimiento de nostalgia cercano a la soledad, pero a pesar de que lo sientas no estas nunca solo.
Eso se ve muy reflejado en Beijing, con sus casi 18.000.000 de habitantes la inmensidad de las avenidas, la extraordinaria densidad de sus distritos cuya población puede alcanzar fácilmente los 4 millones de personas y es que no hay palabras que puedan describirlo, realmente hay que verlo para que ese sentimiento entre vértigo e impresión te invada por completo cuando allá a donde mires ves nubes de gente e innumerables rascacielos.
Beijing está creciendo desmesuradamente, sobretodo verticalmente. Casi mensualmente se suben rascacielos como de la nada entre los tradicionales hutòngs, por lo que es normal ver una casita adosada entre dos bloques de unas 50 plantas.

Cuando ves todo esto, no extraña el pensar en la política del hijo único que estableció el gobierno a finales de los años 70. Las sanciones por incumplir esta normativa son tan severas que pueden arruinar económicamente a una familia, aun así, algunas de las familias más adineradas pueden permitirse ese coste y tener un segundo o hasta un tercer hijo.
A pesar de esta gran restricción, sus consecuencias todavía no serán visibles hasta dentro de varias décadas más, y hoy en día, China sigue albergando una quinta parte del total de la población mundial.

14 de diciembre de 2011

Control



La seguridad y el control de la población en China es algo brutal en comparación a cualquier otro país de la zona occidental!

En cualquier calle de Beijing hay cámaras de seguridad a cada 200 metros. 
Otra cosa muy habitual son los grupos de 10 o 15 rascacielos (viviendas no oficinas) rodeados por un tipo de muro con el acceso con barreras y vigilado por guardias, son como marcro-comunidades y en su interior hay comercios, zonas verdes...

El primer pensamiento cuando uno ve todo esto es el de una sociedad problemática, con delincuencia... pero sorprendentemente cuando uno habla de estos temas con algún nativo, no pueden comprender cosas como porque motivo un hombre mataría a su mujer cuando existe el divorcio, o porque una persona conduciría si ha bebido unas copas... el sentido de la responsabilidad y de la moralidad es tan alto, que el índice de criminalidad es casi nulo incluso en los barrios más pobres y "peligrosos".
Si es cierto que se comete algún crimen aislado, algún robo, pero no la delincuencia que estamos acostumbrados a ver en la sociedad occidental.

Supongo que todo este control de la población, viene originado por el régimen comunista en el que por más apariencia de capitalista que tenga, se deja entrever en muchas ocasiones.

La otra parte son las noticias, los informativos aquí intentan repetir lo menos posible las catástrofes o los desastres que puedan ocurrir, tanto naturales, como los que el hombre pueda causar. Obviamente los anuncian, ya que la información en China es rapidísima, y toda la población está al tanto de lo que sucede, pero procuran no hacer las desgracias repetitivas porque según ellos, puede afectar a la gente a pensar de forma negativa.

El tema central de los informativos son temas culturales, políticos y económicos, porque la sociedad china es lo que considera más importante.



13 de diciembre de 2011

Medicina tradicional



El el tiempo que llevo aquí, afortunadamente no he sufrido ninguna enfermedad grave, pero si hace unas semanas me torcí el tobillo y me causó un esguince.

Es entonces cuando pude ver algo de medicina china tradicional... durante tres días, me tuve que poner un tipo de masa con hierbas (que me dio el doctor) y cubrirla. La sensación después de unas horas de aplicarla era tan extraña!Era como si las hierbas se fuesen moviendo y notaba un constante cosquilleo en mi piel.
Después de estos tres días, según el tratamiento del médico, debía dejar de aplicarme estas hierbas y pasar a otra cosa. Tuve que ir a una farmacia para conseguir el segundo ingrediente. 

Ir a una farmacia aquí es toda una experiencia! Te sientes viviendo siglos atrás.
Tienen todo de pequeños cajoncitos con hierbas y setas, unas básculas minúsculas dónde hacen mezclas de diferentes tipos de ingredientes y te preparan paquetes. 
Habitualmente estos paquetes se infusionan, pero hay otro tipo de preparaciones un poco más complejas.
En mi caso, cuando llegué les entregué el papel que me había rellenado el doctor (un tipo receta pero más rudimentario), sacaron una botellita vacía y de una gran garrafa de cristal vertieron un poco de un algo así como aceite rojo.

Según las instrucciones del médico, debía aplicarme ese tipo de aceite una vez al día sobre la zona dolorida, antes de ir a dormir. El tratamiento debía durar una semana.
El olor del líquido era muy fuerte... recordaba al amoniaco. Minutos después de aplicarlo, podía sentir un calor, que se iba intensificando conforme pasaban los segundos, era tan intenso que rozaba el punto del dolor. Pero por suerte, ese calor solamente duraba unos 10 minutos.

Al cabo de unos días, el dolor había desaparecido por completo.

Debo reconocer que al principio, una parte de mi desconfiaba de la eficacia de estos métodos, pero una vez más la cultura oriental me deja boquiabierta y me enamora un poco más... se vuelve a demostrar la batalla más que ganada de lo natural sobre lo artificial. 

7 de diciembre de 2011

Evolucionando


Después de dos meses viviendo entre la masiva sociedad oriental, puedo decir que me siento parte de ella.

Este tiempo ha sido más que suficiente para empezar cambiar seriamente mi forma de ver el mundo, es maravilloso como algo que pensaba que me costaría tanto me ha resultado tan sencillo. Supongo que ha sucedido sin darte cuenta el vivir continuadamente sin ningún contacto con la sociedad occidental más que saber que sucede con la familia y los amigos, de algún modo me está rehabilitando.
Y es que es así como en parte estoy enfocando esta experiencia, como una desintoxicación de todo lo negativo que afecta a la sociedad occidental, el estrés, el vivir para el trabajo… si bien es cierto que por necesidades económicas uno no se puede dar el lujo de dejar su empleo para disfrutar de más tiempo libre y de la vida, también es verdad que no es necesario el tiempo para tener felicidad.

Y es que todos conocemos la teoría, disfrutar de cada instante, sonreír ante las dificultades… pero cuantas personas realmente lo hacemos? Yo creía estar disfrutando de mi vida plenamente, pero ahora me he dado cuenta que la necesidad de controlar las situaciones, la impaciencia por saber que va a suceder mañana, el estrés del trabajo y de la misma vida… todas estas cosas empañaban lo que yo creía felicidad. Y como bien he mencionado antes, aunque la gente culpe (o culpemos) a la ajetreada sociedad y la crisis económica de ello, los únicos culpables somos nosotros mismos.

Jamás he visto a nadie trabajar con tanto esfuerzo y tantas horas como aquí en China, y debo decir que el entorno, el jaleo de la cuidad, la contaminación del ambiente… son factores mucho más extremos de los que estamos acostumbrados, pero a pesar de todo eso, siempre tienen una sonrisa, un gesto amable, un pensamiento positivo. Y esa (creo) es la clave, nosotros vemos el optimismo como un estado de ánimo más, para ellos el ser optimista es su estado natural. No comprenden porque alguien puede pensar negativamente porque para ellos si la vida y los sucesos aportan el pesimismo, ellos deben aportar el optimismo. Y ahí estoy yo ahora mismo, casi completando ese proceso.

28 de noviembre de 2011

La imagen que proyectamos al mundo



A pesar de que a muchos no nos parezca justo, las etiquetas según la nacionalidad son inevitables, y en el resto del mundo el ser español conlleva muchas etiquetas. Hoy en día con la globalización es algo que deberia haber desaparecido, sin embargo aunque no juzguemos, siempre pensamos en unos tópicos cuando alguien nos dice su país de procedencia.
No sabría asegurar con exactitud cuales son esos tópicos españoles en otros lugares, pero quizás coincidan con lo que piensan de nosotros los asiáticos.

Se nos cataloga de personas con mucho ritmo, de una cultura rica en baile y música, de ser gente abierta de mente, permisiva y alegre, esto nos lleva a la primera etiqueta: fiesteros.
Para muchos, España es el país de la fiesta, un lugar donde todo el mundo bebe, baila y se divierte.

Aunque mucha gente no lo crea, aquí también nos ven como personas sin respeto por los animales, personas crueles que por diversión torturan públicamente a otros seres vivos... efectivamente estoy hablando de los toros. La tauromaquia es conocida en casi todo el mundo, y a pesar de que no todos seamos partidarios de esta "actividad cultural" hace que a los españoles se nos vea como auténticos maltratadores.

Excelentes cocineros, no se por que motivo se cree que en España todos dominan la cocina mediterranea a la perfección y que cualquier persona puede preparar una paella en 5 minutos y salir excelente!

Sin que sirva de precedente político (no me considero ni monárquica, ni independentista ...), lo cierto es que la reacción de las personas es muy diferente cuando les dices que eres de España a cuando les dices que eres de Barcelona.
Es como si una sonrisa se les apareciese en la cara nada más decirlo, además de añadir siempre un... - " Aaaaah Barcelonaaaa! Barça! "- . Da igual que no sepan nada del idioma, pero Barça es una palabra conocida, y por supuesto la idea de fanáticos del futbol es inevitable.
La imagen que tienen de una persona de Barcelona por lo visto es de ser alguien más cosmopolita, consideran que el resto de España es más rudimentaria y piensan que Barcelona es un mundo a parte.

Lo cierto es que todas las ideas que se hace la gente de nosotros por nuestra nacionalidad tienen fundamentos que las soportan, pero es triste que en los tiempos en los que vivimos sigamos siendo tan irracionales y tristemente nosotros mismo sigamos pensando que todos los chinos comen arroz y hacen reverencias a todas horas.