Este fin de semana he tenido la oportunidad de conocer un poco más de la cultura china.
He visitado el "798", un distrito artístico (suele ser llamado el Soho de Beijing).
El lugar no es más que una antigua zona industrial convertido en decenas de galerías de arte y encantadores saloncitos de té. Toda esta zona fue pionera durante el inicio del comunismo y las revueltas en China, de ahí que sea tan especial.
Por las calles de la zona, se pueden contemplar todo tipo de pinturas y esculturas, algunas de ellas puramente reivindicativas y comunistas, otras de ellas simplemente asociadas a la evolución de la sociedad mundial.
Cada galería parece ser un mundo diferente a la anterior. Lo cierto es que se ausenta la pintura tradicional para dar paso a fotografías que muestran una realidad un poco más tangible, imágenes que reflejan la historia actual del país.
En algunas galerías los temas son puramente militares, anteriormente ya he comentado la gran importancia que se le da a la autoridad, por lo que en algunos casos se pueden admirar enormes cuadros con representaciones del poder del ejercito.
El destape es otro de los temas más expuestos, la forma en la que esta sociedad tan puritana y cautelosa esta dando paso a una generación más moderna, sin miedo a mostrar sus pensamientos y su cuerpo es algo que hoy en día todavía es noticia aquí.
Otro de los temas más destacados es la división de la sociedad actual en los adinerados y los menos afortunados (que les llaman aquí). Básicamente quieren reflejar el gran abismo y contraste entre dos mundos y la inexistencia de una clase media.
Lo cierto es que el 798 es algo totalmente recomendable para visitar si uno quiere conocer la actualidad de la sociedad y comprender sus inquietudes y su forma de actuar (uno de los motivos que me trajo a China).