27 de diciembre de 2011

Navidades



Lo cierto es que las navidades como tales no existen en China. Aquí no se celebran estas fiestas  porque consideran una ofensa sin ser cristianos celebrar una fiesta puramente religiosa en la que se conmemora el nacimiento del líder de los católicos. Y en la que se supone que toda persona que celebre la navidad debe asistir a la gran misa del gallo en la noche del 24 de Diciembre. (básicamente porque las iglesias en China brillan por su ausencia)!

Si que también es cierto que en los grandes centros comerciales, se puede ver el resultado de la globalización y del consumismo y te puedes encontrar algún que otro árbol navideño o algunos elementos típicos de la sociedad estandarizada de occidente como el personaje de Santa Claus. A pesar de ello no es una fiesta popular entre los orientales y no se reúnen para celebrarla.

Las festividades que consideran importantes en China son únicamente aquellas que representan de algún  modo su identidad como nación o religión. No les gusta "adoptar" tradiciones que no son significativas para ellos. La fiesta más importante para cualquier persona en China es el festival de primavera (o más conocido en occidente como el año nuevo chino).
Y es que aquí, el año nuevo varía en la fecha porque utilizan el calendario lunar, los meses los cuentan como "lunas" y cuando terminan 12 ciclos lunares (nueva, creciente, llena, menguante) se celebra el año nuevo. Cada año la tierra tiene una posición diferente y esta posición se repetirá al cabo de 12 años, de ahí la relación con el horóscopo y su cambio con el nuevo año. 
Las celebraciones del festival de primavera duran una semana, en la que toda China se viste de fiesta, pirotecnia y música. Personalmente me considero una afortunada de poder ver y vivir esta entrada al año nuevo que en esta ocasión se iniciará el 22 de Enero con la entrada del año del Dragón.

Está más que claro que la mentalidad china para las celebraciones en general brilla por su honestidad y pureza, aunque hoy en día cada vez más se puedan ver pinceladas de la intromisión de la globalización, que a pesar de sus ventajas, también destruye tradiciones y costumbres.

15 de diciembre de 2011

Gente!




Que China es un país extremadamente poblado es algo que sabe mucha gente, pero al estar aquí sientes realmente que solamente hay una palabra para describirlo todo… masificación.

Vayas a donde vayas hay gente, no importa el día, la hora… incluso en los sitios más turísticos, cuesta distinguir a los extranjeros, porque incluso allí hay centenares de nativos. Es impresionante la sensación. Para mí es algo peculiar, porque en muchas ocasiones tienes ese sentimiento de nostalgia cercano a la soledad, pero a pesar de que lo sientas no estas nunca solo.
Eso se ve muy reflejado en Beijing, con sus casi 18.000.000 de habitantes la inmensidad de las avenidas, la extraordinaria densidad de sus distritos cuya población puede alcanzar fácilmente los 4 millones de personas y es que no hay palabras que puedan describirlo, realmente hay que verlo para que ese sentimiento entre vértigo e impresión te invada por completo cuando allá a donde mires ves nubes de gente e innumerables rascacielos.
Beijing está creciendo desmesuradamente, sobretodo verticalmente. Casi mensualmente se suben rascacielos como de la nada entre los tradicionales hutòngs, por lo que es normal ver una casita adosada entre dos bloques de unas 50 plantas.

Cuando ves todo esto, no extraña el pensar en la política del hijo único que estableció el gobierno a finales de los años 70. Las sanciones por incumplir esta normativa son tan severas que pueden arruinar económicamente a una familia, aun así, algunas de las familias más adineradas pueden permitirse ese coste y tener un segundo o hasta un tercer hijo.
A pesar de esta gran restricción, sus consecuencias todavía no serán visibles hasta dentro de varias décadas más, y hoy en día, China sigue albergando una quinta parte del total de la población mundial.

14 de diciembre de 2011

Control



La seguridad y el control de la población en China es algo brutal en comparación a cualquier otro país de la zona occidental!

En cualquier calle de Beijing hay cámaras de seguridad a cada 200 metros. 
Otra cosa muy habitual son los grupos de 10 o 15 rascacielos (viviendas no oficinas) rodeados por un tipo de muro con el acceso con barreras y vigilado por guardias, son como marcro-comunidades y en su interior hay comercios, zonas verdes...

El primer pensamiento cuando uno ve todo esto es el de una sociedad problemática, con delincuencia... pero sorprendentemente cuando uno habla de estos temas con algún nativo, no pueden comprender cosas como porque motivo un hombre mataría a su mujer cuando existe el divorcio, o porque una persona conduciría si ha bebido unas copas... el sentido de la responsabilidad y de la moralidad es tan alto, que el índice de criminalidad es casi nulo incluso en los barrios más pobres y "peligrosos".
Si es cierto que se comete algún crimen aislado, algún robo, pero no la delincuencia que estamos acostumbrados a ver en la sociedad occidental.

Supongo que todo este control de la población, viene originado por el régimen comunista en el que por más apariencia de capitalista que tenga, se deja entrever en muchas ocasiones.

La otra parte son las noticias, los informativos aquí intentan repetir lo menos posible las catástrofes o los desastres que puedan ocurrir, tanto naturales, como los que el hombre pueda causar. Obviamente los anuncian, ya que la información en China es rapidísima, y toda la población está al tanto de lo que sucede, pero procuran no hacer las desgracias repetitivas porque según ellos, puede afectar a la gente a pensar de forma negativa.

El tema central de los informativos son temas culturales, políticos y económicos, porque la sociedad china es lo que considera más importante.



13 de diciembre de 2011

Medicina tradicional



El el tiempo que llevo aquí, afortunadamente no he sufrido ninguna enfermedad grave, pero si hace unas semanas me torcí el tobillo y me causó un esguince.

Es entonces cuando pude ver algo de medicina china tradicional... durante tres días, me tuve que poner un tipo de masa con hierbas (que me dio el doctor) y cubrirla. La sensación después de unas horas de aplicarla era tan extraña!Era como si las hierbas se fuesen moviendo y notaba un constante cosquilleo en mi piel.
Después de estos tres días, según el tratamiento del médico, debía dejar de aplicarme estas hierbas y pasar a otra cosa. Tuve que ir a una farmacia para conseguir el segundo ingrediente. 

Ir a una farmacia aquí es toda una experiencia! Te sientes viviendo siglos atrás.
Tienen todo de pequeños cajoncitos con hierbas y setas, unas básculas minúsculas dónde hacen mezclas de diferentes tipos de ingredientes y te preparan paquetes. 
Habitualmente estos paquetes se infusionan, pero hay otro tipo de preparaciones un poco más complejas.
En mi caso, cuando llegué les entregué el papel que me había rellenado el doctor (un tipo receta pero más rudimentario), sacaron una botellita vacía y de una gran garrafa de cristal vertieron un poco de un algo así como aceite rojo.

Según las instrucciones del médico, debía aplicarme ese tipo de aceite una vez al día sobre la zona dolorida, antes de ir a dormir. El tratamiento debía durar una semana.
El olor del líquido era muy fuerte... recordaba al amoniaco. Minutos después de aplicarlo, podía sentir un calor, que se iba intensificando conforme pasaban los segundos, era tan intenso que rozaba el punto del dolor. Pero por suerte, ese calor solamente duraba unos 10 minutos.

Al cabo de unos días, el dolor había desaparecido por completo.

Debo reconocer que al principio, una parte de mi desconfiaba de la eficacia de estos métodos, pero una vez más la cultura oriental me deja boquiabierta y me enamora un poco más... se vuelve a demostrar la batalla más que ganada de lo natural sobre lo artificial. 

7 de diciembre de 2011

Evolucionando


Después de dos meses viviendo entre la masiva sociedad oriental, puedo decir que me siento parte de ella.

Este tiempo ha sido más que suficiente para empezar cambiar seriamente mi forma de ver el mundo, es maravilloso como algo que pensaba que me costaría tanto me ha resultado tan sencillo. Supongo que ha sucedido sin darte cuenta el vivir continuadamente sin ningún contacto con la sociedad occidental más que saber que sucede con la familia y los amigos, de algún modo me está rehabilitando.
Y es que es así como en parte estoy enfocando esta experiencia, como una desintoxicación de todo lo negativo que afecta a la sociedad occidental, el estrés, el vivir para el trabajo… si bien es cierto que por necesidades económicas uno no se puede dar el lujo de dejar su empleo para disfrutar de más tiempo libre y de la vida, también es verdad que no es necesario el tiempo para tener felicidad.

Y es que todos conocemos la teoría, disfrutar de cada instante, sonreír ante las dificultades… pero cuantas personas realmente lo hacemos? Yo creía estar disfrutando de mi vida plenamente, pero ahora me he dado cuenta que la necesidad de controlar las situaciones, la impaciencia por saber que va a suceder mañana, el estrés del trabajo y de la misma vida… todas estas cosas empañaban lo que yo creía felicidad. Y como bien he mencionado antes, aunque la gente culpe (o culpemos) a la ajetreada sociedad y la crisis económica de ello, los únicos culpables somos nosotros mismos.

Jamás he visto a nadie trabajar con tanto esfuerzo y tantas horas como aquí en China, y debo decir que el entorno, el jaleo de la cuidad, la contaminación del ambiente… son factores mucho más extremos de los que estamos acostumbrados, pero a pesar de todo eso, siempre tienen una sonrisa, un gesto amable, un pensamiento positivo. Y esa (creo) es la clave, nosotros vemos el optimismo como un estado de ánimo más, para ellos el ser optimista es su estado natural. No comprenden porque alguien puede pensar negativamente porque para ellos si la vida y los sucesos aportan el pesimismo, ellos deben aportar el optimismo. Y ahí estoy yo ahora mismo, casi completando ese proceso.